EL MEJOR LUGAR PARA PASAR EN FAMILIA
Con el cielo más azul del equinoccio, San Antonio de Pichincha, conocido también como “la Mitad del Mundo”, resplandece altivo en pleno centro del planeta, como uno de los destinos turísticos, científicos y culturales más visitados e importantes del Ecuador.
Ubicado al noroccidente de la capital, (13.5km), la Mitad del Mundo, por su privilegiada localización geográfica, se ha convertido en un imán turístico, donde se conjugan aspectos clave como el conocimiento ancestral, la naturaleza, la ciencia y, actualmente, la integración regional, a través de la sede permanente de UNASUR
Si quieres conocer mas de este lugar te invitamos a que visites:
BIENVENIDO AL INFOCENTRO SAN ANTONIO-PARROQUIA SAN ANTONIO
Datos relevantes
La iglesia se encuentra ubicada en la parroquia de San Antonio de Pichincha junto al parque central, posee una estructura y un estilo románico con dos torres y en su centro la imagen del Divino Niño, tiene tres ingresos con escaleras y una con rampa, una característica propia es que en Semana Santa el vía crucis se lo realiza en la noche con su última parada en la Iglesia Central.
San Antonio cuenta con dos parques, el parque central el mismo que es un símbolo tradicional de la parroquia y el parque Unasur el mismo que acoge a miles de turistas.
Historia
Su nombre original es Lulumbamba que significa llanura de frutas maduras, nombre que se conserva hasta 1901, fecha en la que cambia a San Antonio de Pomasqui; y, por petición de los pobladores y a consecuencia de ser elevada a parroquia civil, en 1901, adopta el nombre actual de San Antonio de Pichincha. Su clima es seco, alcanzando en el día temperaturas de hasta 24°C y en la noche 12°C.
Es interesante conocer que el asentamiento inca en esta zona (línea ecuatorial) refleja sin duda el gran conocimiento que los pueblos andinos poseían respecto de los movimientos de los astros y su aplicación en la agricultura ancestral. En este lugar los Shyris, gobernantes del antiguo Reino de Quito, construyeron un observatorio astronómico de su dios sol, con el afán de determinar el lugar preciso de su paso, para establecer sus cambios en los equinoccios y solsticios y fijar de esta manera el Intiñán (camino del sol).
En 1936, se levantó el monumento a la Línea Equinoccial, en el sitio fijado por los sabios de la Misión Geodésica Francesa en el siglo XVIII. El constructor del monumento fue el Ing. Luis Tufiño. La latitud 0°0’0” se enmarca en línea recta desde el cerro Catequillá hasta el cerro Padre Rumi.